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domingo, 17 de marzo de 2013

El Cuento Popular Tradicional


El cuento popular tradicional es un relato de ficción que solo se expresa verbalmente y sin apoyos  rítmicos; carece de referentes externos, se transmite principalmente por vía oral y pertenece al patrimonio colectivo. Su relativa brevedad le permite ser contado en un solo acto. En cuanto al contenido, parte de un conflicto, se desarrolla en forma de intriga y alcanza un final, a menudo sorprendente. Muchos cuentos se componen de dos partes o secuencias (si bien la segunda suele estar debilitada o perdida).

El sentido de los cuentos populares se aloja fundamentalmente en la acción. Sus personajes carecen de entidad psicológica individual, pero no de significado, que está ligado a la acción. El ornatus, o estilo, prácticamente no existe. Si se trata de un cuento de encantamiento o maravilloso, donde suceden hechos de todo punto fantásticos, es esencial la función del objeto mágico en el desarrollo de la intriga y en la solución del conflicto. Estos cuentos siguen determinadas funciones (acciones concretas), siempre en el mismo orden, aunque falten algunas. De forma resumida, sucede así:

1. Carencia o conflicto inicial.
2. Convocatoria al héroe para resolver el conflicto; o bien el héroe se topa con él de manera    fortuita.
3. Viaje de ida.
4. Muestra de generosidad, valentía o astucia, por parte del héroe.
5. Entrega y recepción del objeto mágico.
6. Combate con el agresor.
7. El héroe es sometido a unas pruebas, generalmente tres.
8. Viaje de vuelta.
9. El héroe es reconocido como tal.
10. El héroe se casa con la princesa (o la heroína con el príncipe). (En ciertos casos humorísticos no hay tal
boda).

También los cuentos maravillosos, o de encantamiento, pueden definirse como relatos con siete personajes: héroe (o heroína), falso héroe, rey (y/o reina, padre), princesa (o príncipe), donante del objeto mágico, adversario, auxiliar, o auxiliares, es del héroe. Originalmente, estos cuentos se sitúan en el tránsito de las sociedades de recolectores-cazadores a las sociedades agrarias. De su formación arcaica, anterior a las religiones históricas, mantienen restos de determinados ritos, como los de iniciación, de relaciones con los antepasados (por ende, de una concepción de la muerte), de canibalismo ritual, etc., transformados por la acción en significados simbólicos. En general, en el sentido de estos cuentos predomina esa dimensión simbólica; como tales, sirven a la formación de los niños en el seno de la cultura heredada (si se acepta que en la evolución psicológica del niño se repite de algún modo la historia de la humanidad); apuntan a la formación de la familia exogámica, a la de la propiedad privada hereditaria (con el nacimiento del poder del Estado), y a la recuperación de un orden social roto, a través del matrimonio no concertado o entre desiguales. Finalmente, inician la crítica al nuevo sistema, desde la formación de un yo libre desposeído. En suma, el cuento maravilloso recoge las múltiples contradicciones que se dan dentro de las sociedades que surgen de la Revolución Neolítica y, así, instituye el problema de la libertad y sus límites, frente al poder en cualquiera de sus formas.

Si se trata del cuento de costumbres, donde los hechos que suceden pueden estimarse verosímiles, a menudo imitan al cuento maravilloso, con intención satírico-burlesca, exacerbando aquella crítica al poder y haciendo prevalecer la inteligencia, la valentía o la astucia del héroe o de la heroína. Se consolidan con el asentamiento de las sociedades agrarias y en su sentido predomina la dimensión realista.

Si se trata del cuento de animales, donde estos hablan y se comportan como si fueran personas (no confundir con las personas metamorfoseadas en animales de algunos cuentos maravillosos), por lo general remedan a su vez al cuento de costumbres. La crítica al poder se establece del siguiente modo: los animales domésticos ganan siempre a los no domésticos; los pequeños a los grandes; los astutos a los feroces; los herbívoros a los carnívoros; los voladores a los no voladores; los humanos ganan siempre a los animales. Cierta clase de cuentos de animales, de composición encadenada y de contenido aparentemente disparatado, sirven a la formación misma de la mente infantil, y a configurar en ella una cierta cosmogonía, o primera imagen operativa del mundo.



Fuente: Acerca de la definición de "cuento popular" - Ureña

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